Autor ConsulDar¿Qué es?
El trabajo nocturno y los turnos rotativos son modalidades laborales que permiten organizar el tiempo fuera del patrón tradicional del trabajo en horario diurno. El trabajo nocturno abarca horarios generalmente entre las 22:00 y 06:00 horas, mientras que los turnos rotativos implica que el trabajador alterne entre los diferentes horarios de trabajo, de modo tal que el establecimiento funciona más allá del horario laboral de cada uno en diferentes momentos del día.
¿Cuáles son las consecuencias?
Esta modalidad laboral puede interferir en la cronobiología (reloj biológico y ritmos circadianos) del trabajador. Por tanto puede ocasionar:
– Desalineación del patrón del sueño.
– Reducción de la capacidad de concentración y memoria.
– Fatiga crónica.
– Trastornos cardiovasculares.
– Aislamiento y desajuste social.
¿Cuáles son sus medidas preventivas?
Es importante que en la organización laboral, las empresas implementen medidas para mitigar los riesgos asociados al trabajo nocturno o de turnos rotativos. Por ello se recomienda:
– Planificación adecuada: Diseñar horarios de trabajo que minimicen la exposición a turnos nocturnos y rotativos; y comunicar los turnos con tiempo suficiente para que las personas puedan organizarse.
– Descanso adecuado: Fomentar el descanso suficiente, orientando los horarios y ritmos de trabajo a restringir las desincronizaciones y la deuda de sueño.
– Formación y concienciación: Educar a los trabajadores y trabajadoras sobre los riesgos y cómo mitigarlos.
– Evaluación médica regular: Relevar los puestos de trabajo para identificar y monitorear toda información sobre sus estados de salud y realizar exámenes médicos periódicos para detectar posibles problemas.
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