¿Cómo y cuándo usar un extintor?

Los extintores portátiles, comúnmente llamados matafuegos, son una herramienta esencial en la prevención y control inicial de incendios en los lugares de trabajo. Sin embargo, su eficacia depende de dos factores clave: el mantenimiento adecuado del equipo y la correcta actuación del personal que los utiliza.

¿Cuándo usar un matafuego?

Un matafuego debe utilizarse sólo cuando el incendio es incipiente, es decir, pequeño y controlable, y no pone en riesgo la vida del trabajador.

Usarlo de forma imprudente puede agravar la situación o causar lesiones.

🔸 Usar un extintor SI:

El fuego es pequeño y localizado (por ejemplo, un cesto de basura, un tablero eléctrico menor, una pequeña fuga de aceite).

Hay una vía de escape despejada detrás de ti.

Se conoce el tipo de fuego y el extintor adecuado.

🔸 NO usar un extintor SI:

El incendio crece rápidamente o emite mucho humo.

No sabés qué lo originó o qué tipo de fuego es.

Hay peligro de explosión o materiales tóxicos.

No hay una salida segura.

En esos casos, la prioridad es evacuar y activar el plan de emergencia.

¿Cómo usar un matafuego correctamente?

Una forma sencilla de recordar los pasos es el método P.A.S.S. (por sus siglas en inglés):

P – Pin (Retirar el pasador de seguridad)

Quita el precinto o anilla que bloquea la palanca del extintor.

A – Aim (Apuntar)

Dirigí la boquilla o manguera a la base del fuego, no a las llamas.

S – Squeeze (Presionar)

Apretá lentamente la manija para liberar el agente extintor.

S – Sweep (Barrido)

Mantén el chorro firme y realiza movimientos de barrido de un lado a otro hasta apagar completamente el fuego.

Tip: Mantén siempre una distancia prudente (2 a 3 metros) y retrocede cuando el fuego esté controlado, nunca le des la espalda.

¿Cuáles son las clases de fuego?¿Qué clase de matafuego hay que utilizar?

Clase A: Fuego de materiales combustibles sólidos (madera, tejidos, papel, goma, etc.). Para su extinción requieren de enfriamiento, o sea se elimina el componente temperatura. El agua es la sustancia extintora ideal. Se usan matafuegos Clase A, ABC o espuma química.

Clase B: Fuego de líquidos combustibles (pinturas, grasas, solventes, naftas, etc.) o gases. Se apagan eliminando el aire o interrumpiendo la reacción en cadena. Se usan matafuegos BC, ABC, AFFF (espuma química).

Clase C: Fuego de equipos eléctricos de baja tensión. El agente extintor no debe ser  conductor de la electricidad por lo que no se puede usar agua (matafuego Clase A ni espuma química). Se usan matafuegos Clase BC ó ABC. (Una vez cortada la corriente, se puede usar agua o extintores Clase A o espuma química AFFF).

Clase D: Fuego de ciertos metales combustibles (magnesio,titanio, zirconio, sodio, potasio, etc.). Requieren extintores con polvos químicos especiales .

Clase K: : Fuego de aceites vegetales o grasas animales. Requieren extintores especiales para fuegos Clase K, que contienen una solución acuosa de acetato de potasio.

Recomendaciones para el lugar de trabajo

-Realizar inspecciones mensuales visuales y mantenimiento anual de los extintores.

-Ubicarlos en lugares visibles, accesibles y señalizados.-Capacitar periódicamente al personal en uso y tipos de matafuegos.

-Incluir el manejo de extintores en los simulacros de emergencia y evacuación.

¿Qué normativa reglamenta la protección contra incendios en los entornos de trabajo?

En Argentina, el Decreto 351/1979 reglamentario de la Ley 19.587 de Higiene y Seguridad en el Trabajo, establece en el Capítulo 18, las condiciones de extinción y protección contra incendios.

Cumplir con la normativa vigente: una obligación y una responsabilidad

La legislación en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo exige a las empresas garantizar la protección de sus trabajadores frente a los riesgos de incendio.

Cumplir con estas normativas —que establecen requisitos sobre la instalación, mantenimiento y señalización de los equipos contra incendios, así como la formación del personal— no solo evita sanciones, sino que salva vidas y protege los activos de la organización.

Además, integrar estas medidas dentro del sistema de gestión de seguridad y salud demuestra el compromiso de la empresa con la prevención, la responsabilidad social y la sostenibilidad.

Un entorno laboral seguro es el resultado de la combinación entre equipos adecuados, personal capacitado y cumplimiento normativo efectivo.

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