Los efluentes líquidos industriales son aquellos derivados de las actividades industriales ya sea como descarga residual de los procesos o bien originados por el uso del agua industrial. Sus características físicas, químicas y biológicas y su cuantificación volumétrica dependen del proceso productivo por lo que se deben de realizar análisis para determinar la calidad del vertido.

Generalmente los efluentes líquidos cuentan con una elevada carga contaminante, por lo que no deben ser vertidos directamente al ambiente para evitar impactos negativos al mismo. Las consecuencias ambientales de una descarga no controlada puede generar la proliferación de algas, muerte de peces por falta de oxígeno, olores nocivos en los cuerpos de agua naturales y la proliferación de enfermedades infecciosas en la población.

Dentro de la normativa más importante que aplica a este tema se encuentra a nivel Nacional el Decreto 674/1989. Este decreto establece el Régimen al que se ajustan los establecimientos industriales y/o especiales que produzcan en forma continua o discontinua vertidos residuales o barros originados por la depuración de aquéllos a conductos cloacales, pluviales o a un curso de agua.

Asimismo, cada provincia define en sus normas complementarias parámetros máximos de vertido para los diferentes efluentes líquidos.

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