Según el Ministerio de Energía y Minería de la Nación, llamamos Eficiencia Energética a una práctica o forma de gestionar el crecimiento de la energía, obteniendo un resultado igual con menor consumo ó un resultado mayor consumiendo lo mismo.
Como ciudadanos podemos llevar a cabo las siguientes medidas para usar de forma eficiente la energía:
-Comprar electrodomésticos con buena calificación energética.
-Apagar las luces al salir de las habitaciones.
-Un aislamiento apropiado de las aberturas de la casa puede producir un ahorro energético de hasta el 30%.
-Utilizar luces de bajo consumo.
-Descongelar la heladera periódicamente ya que cuando las paredes se cubren de escarcha, el motor necesita trabajar más y se consume hasta un 20% más de energía..
-Desconectar los aparatos electrónicos cuando no se usan debido a que estos siguen consumiendo energía cuando están en stand-by.
-Mantener el aire acondicionado en 24° C durante el verano.
Al comprar un producto nuevo es importante elegir aquellos que tengan un menor consumo de agua y energía.
Para esto, debemos tener en cuenta la etiqueta de Eficiencia Energética, la cual es una herramienta que permite conocer de manera fácil y rápida la clase de eficiencia energética de productos tales como electrodomésticos, gasodomésticos, vehículos y viviendas, entre otros.
En Argentina tenemos hasta siete categorías de eficiencia energética, identificadas con barras de colores y letras en orden alfabético; desde el color verde y letra A para los equipos más eficientes, hasta el color rojo y la letra G para los menos eficientes. Con el avance de la tecnología los equipos son cada vez más eficientes, de esta manera se van incorporando categorías más eficientes como la A+, A++, etc.
Entre los beneficios de implementar estas medidas podemos mencionar:
– Ahorro de energía y costes: Al utilizar menos recursos energéticos para llevar a cabo una actividad se ahorra energía. Además, un menor gasto de energía se traduce en una reducción en la factura energética.
– Mejoras para el medioambiente: Rebaja las emisiones de gases de efecto invernadero. Con el uso responsable de la energía se consumen menos recursos, lo que contribuye a reducir la huella de carbono.
– Mejoras en el abastecimiento: Nos permite optimizar el uso de recursos naturales.